La madrugada huele a jazmines y ella espera el trueno, cansada, dolida, con la espalda encorvada a la cabecera.
Lee a Cortázar cómo dice eso de escuchar música con audífonos, de que la poesía es el audífono para hacer llegar mejor las palabras a los oídos del alma.
Escribe mensajes que no sabe si llegarán, promete cosas que no sabe si cumplirá, tiene ganas de todo eso que sabe no puede obtener YA.
Y pelea con los mosquitos.
Y sufre el calor y la ropa.
Pero después sueña... y olvida. El sol se lleva el sueño como la humedad en el hormigón del patio.
1 comentario:
que poético resulta el insomnio y que miedo me da...
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