miércoles, 2 de diciembre de 2009

.insomnio

La madrugada huele a jazmines y ella espera el trueno, cansada, dolida, con la espalda encorvada a la cabecera.
Lee a Cortázar cómo dice eso de escuchar música con audífonos, de que la poesía es el audífono para hacer llegar mejor las palabras a los oídos del alma.
Escribe mensajes que no sabe si llegarán, promete cosas que no sabe si cumplirá, tiene ganas de todo eso que sabe no puede obtener YA.
Y pelea con los mosquitos.
Y sufre el calor y la ropa.
Pero después sueña... y olvida. El sol se lleva el sueño como la humedad en el hormigón del patio.

1 comentario:

Vértigo dijo...

que poético resulta el insomnio y que miedo me da...