martes, 13 de diciembre de 2011
.círculos
cantan con sus voces ebrias
toda la lluvia de este verano.
Afuera el tambor, la luna
círculares y porfiados en su redondez
visten la calle mojada y fresca
el viento de una madrugada
que se pronuncia al revés.
Siempre a la noche
en una taza fosforece
un último sorbo de vino
y crujen en el piso_________ mis pies
______________de madera
los besos en la espalda de la oscuridad.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Tormenta
inaugura relámpagos que se olvidaron con el sol
compite la luz
no nos alcanza
entre esferas de canciones
apagamos algo que se parece al trueno.
No importa si son árboles o frutos
todo lo que cae es redondo
incluso las glorias pasadas
que ruedan hasta congelarse en la planicie.
Afuera quedan los pájaros
en la jaula más grande de todas las jaulas
encerrados afuera, afuera.
Los relámpagos les cosen alas nuevas
y todo lo que vuela tiene esa geometría
que nos da la tormenta.
Noviembre, 2011
martes, 25 de octubre de 2011
•paraná
jueves, 13 de octubre de 2011
.pretérito perfecto
que hasta callar y hablar son dos traiciones"
Roberto Juarroz
Un nudo de gotas se precipita, desata la lluvia y desata el sueño, las ganas de respirar el perfume que quedó encerrado en el cuarto.
Un muro de niebla esgrime esa distancia inexistente para darnos miedo.
Y el día es un borrón entre las caminatas y las compras, un mundo azul oscuro para perderse entre canciones.
Hemos llovido juntos tanto abismo...
miércoles, 12 de octubre de 2011
•notas
martes, 11 de octubre de 2011
.fin de semana
La lluvia y esta costumbre de escribir la lluvia me hace tener que pedir perdón. Por no tener las palabras suficientes, por no alcanzar, por estar tan pobre de frases que me desnuden y perfumen alguna página en blanco.
Pobre, así, enseño las manos y la boca vacía a esta nada que se junta como charquitos de agua.
Despojada de este lenguaje de amorconlluvia, miro el comienzo del día con nubes cargadas de gotas frías y sonrío muy a pesar de esta cuasi-fobia a la humedad.
Más tiempo para armar mundos debajo de las sábanas...
jueves, 6 de octubre de 2011
•Baleno.
jueves, 29 de septiembre de 2011
.flotando el río...
En una lluvia sin temporal, una lluvia que moja y remoja la ropa que olvidó destender, ofrece sus cinco sentidos por un poquito de sol.
La canción de entonces era azul, la lluvia cambió de color. Entre las flechas del tiempo que surcan un cielo de bienvenidas está esa otra voz envuelta entre canciones nuevas, de nuevos colores.
"Cada cual a merced de su corriente..."
Y la corriente de la orillita al costado del cordón se lleva barcos de papel cargados de palabras que nunca he podido escribir y, mucho menos, pronunciar...
•Random mental
Las canciones siempre tienen un lugar, un momento. Y más para quien ha salido sólo con músicos. Todas las canciones significan algo, todas tienen voces distintas, sexos distintos, vísceras, pulsiones, amores, olores.
A veces uno va con ese random desastroso por la vida, pensando que las canciones lo único que hacen es acompañar el camino, y se aparece ESE tema, que te hace acordar a ESE momento. A alguien que te canta “bajo un sol de muchacha y aroma” acostados y muy al oído. O a otro alguien que besa tu cuello al son de “vos y la lluvia caen”. El problema es robar y compartir música con quienes uno está. Pero sería imposible la vida de una eterna amante de chicos que tocan la guitarrita, sin la transacción de amor por música.
Cuando uno está solo, el random juega una mala pasada, y mientras limpias el placar y suena uno de esos temas, se te viene el mundo abajo y dejás de doblar remeras, para quedar atónita mirando la ventana.
Creo que encontré el porqué de mi desorden. A todos aquellos que creían que mis quilombos eran un problema de personalidad, o de desidia, les respondo: No señores, sufro de nostalgia agudizada por un random mental desagradecido.
domingo, 28 de agosto de 2011
.paraguas
Hoy tiene lugar en mi cuerpo porque hay un paraguas enorme donde guarecerme de sus gotas frías.
La miro por la ventana, me sonrío un poco, cuento los días.
Llueve allá afuera, bien afuera.
sábado, 27 de agosto de 2011
jueves, 25 de agosto de 2011
.lluvias con retraso
¿Sabés qué? Podría hacer cientos de metáforas en relación a las gotas de lluvia y este corazón que late con ritmos nuevos.
El mismo corazón que se salía del pecho mientras leía On the road en el asiento de la terminal.
La lluvia se incorporó a la rutina del fin de semana. Tu voz se incorporó a la rutina del fin de semana.
Aún con frío, aún con el sueño postergado de cada día, inventamos formas de querernos con las manos, con la boca, con palabras, con el cuerpo, con el pensamiento.
Y mientras me debilito en la mesa de un bar, bien podría haber escrito estas palabras un año después...
Estoy parada al borde de algo
Borde y principio
sábado, 20 de agosto de 2011
• desvarío.
algo suena como un tango a veces.
domingo, 14 de agosto de 2011
.para escribir
Pensé escribir sobre Mario, el tachero viudo, de 40 años, que me llevó el otro día a trabajar. Se acordaba de haberme llevado hacía unos días atrás a casa y se pasó hablándome todo el camino.
A las diez de la mañana, parecía ya haber oscurecido. La tormenta no auguraba un buen día.
Pero quedarme pensando en el tachero y su historia y sus ganas de conversar, no fueron tan fuertes como otras cosas durante el día.
Al final me dejé llevar por la lluvia que me mantuvo los pies mojados todo el día. Al final acabé por concentrarme en los buenos gestos del día. En el primer cumpleaños de Nerea en Uruguay y la deliciosa cena que nos preparó esa noche, en su sonrisa al abrir nuestro regalo.
Después amigos, amigos ajenos, vino, risas, postre, una larga caminata.
El sueño puede más al final del día y todo el viernes, desde la cama, parece bendecido por esa lluvia ante la cual me pasé el día protestando.
A veces los días grises sí pueden ser rescatados para una futura biografía.
viernes, 12 de agosto de 2011
jueves, 4 de agosto de 2011
•aguanieve
domingo, 31 de julio de 2011
.insuficiencias
Se nos sigue olvidando revisar la fecha de caducidad antes de asistir a las fiestas y de pronto el óxido de una lluvia desprevenida nos sacude los huesitos dulces o nos pone los pelos de punta.
Humo y saliva parece ser todo lo que queda, el resto sólo es falta, ausencia y paz de promesas frágiles.
Llueve al fin y no alcanza, aunque duela mucho el agua, no alcanza. No sé para qué, pero no es suficiente.