jueves, 2 de febrero de 2012

A brillar, mi amor

No es la muerte la que nos busca. Es esa otra insistencia nocturna que en vez de guadaña porta una soga.
Como boa constrictora nos adormece al punto de la apatía y nos enreda para arrastrarnos al fondo. Pero no.
Vos y yo sabemos que no, Babilonia, que somos más fuertes, que acá la cosa es otra, que hemos resistido tormentas como árboles de enormes raíces.
Así que no, esa presencia melancólica y sucia no va a llevarte al fondo, no va a adormecerte con pastillas ni a dejarte entrar en su reino de desesperanza e ilusión de muerte.
Somos las hemanas Babilonia, "raíz de tiempo, cosa anterior, primeval being, terror y delicia de los comienzos, romanticismo de Átala pero con un tigre auténtico esperando detrás del árbol" ¿te acodás?
Siempre Babilonia, con Sèvres que por fin se dignó en aparecer y nos desata las orillas.
Apenas llueve, apenas. Pero un rastro óxido nos sumerge las narices en un año lleno de porvenires.
La vida es otra cosa. A brillar, mi amor...

1 comentario:

Jorgelina Mandarina dijo...

Y en lugar, muy lugar de las palabras...
las quiero a ambas, a babilonia y a vos, que sos mi babilonia tambien.