martes, 16 de octubre de 2012

• y afuera llueve (cae polen nazi)

llegó el momento en que todo vuelve a ser como el primer día de facultad.
                                                                como las noches de kind of blue.
                                                                como la negrura infinita que agarraba mi alma.
                                                                supuesta negrura inigualable, que se repite
                                                                                                            que loopea ventanas.

llegó el momento en el que saltar o guardarse ya no es elegido: hay armas apuntando tu cabeza, hay armas apuntando tu pecho, hay armas apuntando tus pies.

los días colmados de esta lluvia circulada - tan hermosa- y yo pensando en que si llueve mucho se va a destapar tu tumba.

nadie, Jorgelina, te borrará el recuerdo del cuerpo enterrado entre sábanas, de los golpes hacia el cajón, de la remera rota. del desahucio, porque a eso se remite todo.

jueves, 1 de marzo de 2012

.nombrar la lluvia

llamémosle hombre, tierra o garrapata
a la lluvia
instalémosla en la ventana
definamos punto por punto su cara breve
su perfil de agua
esa gravedad ocupada de sí misma
vanidosa y terrible
queriéndose saber espontánea
pero no sabe qué dicen los campos
quién bebe
quién hace gárgaras con su cuerpo.
hay que nombrarla
con cualquier palabra
con las primeras cosas limpias que se nos vienen a la mente.
si fuera raíz
si tuviera dónde vivirme
si pudiera ser apenas un garbanzo
humedeciéndose en el algodón
de cualquier germinador
escolar
abriría hasta el insomnio las puertas
de mi cáscara
albergaría toda meteorológica fuerza
todo impulso
hasta ser bebida por la lluvia.
pero nombrarla...
callar de cuerpo entero todos los nombres
incorrectos
saber que se aproxima
un límite sutil
y para adentro.
llamarla hombre, puerta, anestesia
ruido hostil
o prematura lágrima.

lunes, 20 de febrero de 2012

.ucronías

Los 68:07 minutos de The way up, Cataratas y los viajes pendientes, Eco, el Flaco en las mañanas y la lluvia en el puerto del tres de enero, silenciosa en el vértigo que envuelve siempre los primeros minutos de un viaje de carretera.
Después todo es un gran paréntesis. Después del paréntesis, las lluvias se hicieron para dormir entre las mantas mirando películas o leyendo algún libro nuevo.
Pero los días lluviosos, cada tanto, suelen parecerse. Entonces pasado, presente y quizás, sin saberlo, el futuro, confluyen de vez en cuando y agrietan la armadura que el tiempo creó.
La música y el té son agujeros temporales, que a la vez hacen bien y hacen tanto mal.

lunes, 6 de febrero de 2012

• domingo

chapoteemos en la terraza
dale, vos y yo
y los otros también.
chapoteemos (nos).
llename el alma
a baldazos
llename
a baldazos
supongamos
que llovió
a la mañana
aunque nadie
lo haya escuchado


[chapoteame
toda]

jueves, 2 de febrero de 2012

A brillar, mi amor

No es la muerte la que nos busca. Es esa otra insistencia nocturna que en vez de guadaña porta una soga.
Como boa constrictora nos adormece al punto de la apatía y nos enreda para arrastrarnos al fondo. Pero no.
Vos y yo sabemos que no, Babilonia, que somos más fuertes, que acá la cosa es otra, que hemos resistido tormentas como árboles de enormes raíces.
Así que no, esa presencia melancólica y sucia no va a llevarte al fondo, no va a adormecerte con pastillas ni a dejarte entrar en su reino de desesperanza e ilusión de muerte.
Somos las hemanas Babilonia, "raíz de tiempo, cosa anterior, primeval being, terror y delicia de los comienzos, romanticismo de Átala pero con un tigre auténtico esperando detrás del árbol" ¿te acodás?
Siempre Babilonia, con Sèvres que por fin se dignó en aparecer y nos desata las orillas.
Apenas llueve, apenas. Pero un rastro óxido nos sumerge las narices en un año lleno de porvenires.
La vida es otra cosa. A brillar, mi amor...