lunes, 20 de febrero de 2012

.ucronías

Los 68:07 minutos de The way up, Cataratas y los viajes pendientes, Eco, el Flaco en las mañanas y la lluvia en el puerto del tres de enero, silenciosa en el vértigo que envuelve siempre los primeros minutos de un viaje de carretera.
Después todo es un gran paréntesis. Después del paréntesis, las lluvias se hicieron para dormir entre las mantas mirando películas o leyendo algún libro nuevo.
Pero los días lluviosos, cada tanto, suelen parecerse. Entonces pasado, presente y quizás, sin saberlo, el futuro, confluyen de vez en cuando y agrietan la armadura que el tiempo creó.
La música y el té son agujeros temporales, que a la vez hacen bien y hacen tanto mal.

No hay comentarios: