jueves, 27 de noviembre de 2008

•Viaje

la sangre corriendo
en las piernas
en los pedales
en las ruedas
en el dubujo
de cemento
que deja
la bicicleta
una noche 
de verano cualquiera.

2 comentarios:

yo mismo dijo...

si no es una herida y la sangre corre por dentro... si cada noche de verano viajabas en bicicleta camino de un encuentro con amigos lejanos... si esos veranos fueron geniales... mejor :)

Eclipse dijo...

me acordé de mis desastrosos primeros intentos con la bicicleta, allá un verano muy lejos en el tiempo, en un balneario de viejos, sobre el que alguna vez escribiré algo...
divinamente simple, amiga.