miércoles, 3 de febrero de 2010

.fugaz

El cielo fugaz
olvida la gracia de las nubes.
Yo buscaba hemisferios para convertir en almohadas
y luces que apagaran todo rastro de palabras.
Allí hinqué mis uñas, mi pelo ardiendo, mi silueta de esqueleto, mi animal prejuicio
allí escuché el grito protagonista
de todo silencio.
El cielo fugaz
perdona el cuerpo de las nubes
en un intento por recuperar
el infierno perdido.

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