martes, 11 de octubre de 2011

.fin de semana

Dos días mojándonos bajo la lluvia. Los labios, la sensación de fugaz-para siempre, las salpicaduras de amor entre las alas.
La lluvia y esta costumbre de escribir la lluvia me hace tener que pedir perdón. Por no tener las palabras suficientes, por no alcanzar, por estar tan pobre de frases que me desnuden y perfumen alguna página en blanco.
Pobre, así, enseño las manos y la boca vacía a esta nada que se junta como charquitos de agua.
Despojada de este lenguaje de amorconlluvia, miro el comienzo del día con nubes cargadas de gotas frías y sonrío muy a pesar de esta cuasi-fobia a la humedad.
Más tiempo para armar mundos debajo de las sábanas...

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