lunes, 28 de abril de 2008

.frases sueltas

Me encuentro la palabra de casualidad.

El día no se decide, apenas llama mi atención para que le dedique unas líneas.

El té de durazno parece no haber surtido efecto. Debo buscar una droga más potente.

Comparto, si alguien la quiere, esta soledad impermeable.
Hay tanto por hacer.

Se escurre el tiempo como puñaditos de arena entre los dedos. Parece la sombra de un río, algo verosímil pero inexistente.

Y aquí nomás un micropoema que le dedico a una personita:

El glamour de tu peinado
consiste nada más en un lápiz dorado.

Y dejo que las gotitas de la llovizna me mojen la nariz y mis pecas.

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