domingo, 29 de marzo de 2009

ºlluvia de párbulos

los niños aguardaban bajo el cobertizo cantándole a la lluvia, aunque en realidad querían que parara. odiaban tener que meterse allí debajo y en la última semana no habían podido correr por el patio demasiadas veces durante el recreo. así que comían sus almuerzos gritando, jugando a las palmadas, tirándose piedrecitas, contando historias de miedo, hablando de la serie de ayer o de algo que habían soñado.

yo los miraba desde lejos. nunca me gustó estar allí abajo. nunca me gustó estar encerrado mientras la lluvia se liberaba fuera, mientras las gotas caían al otro lado del patio. nunca fui como ellos, no sé por qué y muchas veces me odié por no mirar el mundo con sus mismos ojos. apenas contábamos con una mano los años que habíamos vivido y yo ya me sabía distinto. me sabía completamente distinto, de otra manera, de otro color... quizá no por fuera, pero seguro que sí por dentro.

ellos decían cosas que a mí siempre me sorprendían, no alcanzaba a comprender la mayoría de las palabras que salían de sus bocas. no entendía nada. y aún hoy sigo sin entenderlos. 

2 comentarios:

Eclipse dijo...

ser distinto por no cubrirse de la lluvia... hermosa metáfora

la lluvia que nos pinta de otro color...
;)

maria jose dijo...

Pues fíjate que me has recordado a un chaval que conozco.Su madre lo "obligaba" a salir,aunque fuese al parque.Allí se apostaban los muchachos con sus motos.Y a él le aburrían las conversaciones sobre motos.A él lo que le gustaba era leer y encerrarse en su cuarto para navegar por internet.¡Su madre estaba tan preocupada...!

Durante el curso hacía de profesor para sus compañeros,pero en vacaciones el teléfono dejaba de sonar.Hasta que un día...¡MILAGRO!

Hoy su madre ya no está preocupada,sino muy orgullosa.

¿Harías tú un post con lo que te he contado? ¿Desarrollarías tú este Milagro?

Un beso para los dos.