lunes, 24 de mayo de 2010

.varios del día

I
No esperaba que las cosas salieran bien. Todo quedaba investido de ese manto de dudas que cada noche le abrigaba los poros. De todas formas siguió, como quien sigue escuchando la misma melodía por simple pereza de no cambiar de canción. El paso del tiempo fue un  mensaje anónimo más en el cúmulo de señales que se empeñaba en descifrar. Y vivió, más tiempo. Y murió a ese otro lugar donde mueren los que viven por inercia, haciendo barquitos de papel con la rutina, para lanzarlos al agua que corre junto al cordón de la vereda en un día de lluvia.

II
Hay un blog de traducciones que me encanta y leo con frecuencia. Hace un tiempo, a través de ese lugar, conocí a Mark Strand, un poeta estadounidense contemporáneo, aún vivo, que me cautivó. De un tiempo a esta parte, cada vez que leo que hay un post nuevo en el blog, a través del google reader, pienso, automáticamente: 'que sea de Mark Strand que sea de Mark Strand'. Hoy no fue la excepción, pero, para mi grata sorpresa, era uno nuevo de Mark Strand, efectivamente: Para Jessica, mi hija

III
Durante el día me sobrevino un pensamiento aleatorio: quisiera dedicar un tiempo a hacer cursos inútiles o tontos.
A saber... taquigrafía, cómo hacer nudos, dactilografía, braille...
Después pensé que en verdad lo que tengo que hacer es aprender a manejar.

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