viernes, 22 de mayo de 2009

.haberes

hay olor a café y sol después de la lluvia.
hay cierto aire a mañana atípicametne cálida para estas fechas.
hay un par de ojos en la lista de espera del olvido.
hay esta necesidad de nombrar, con exactitud, las cosas que me gustan de su dueño, y no poder mencionar ni una palabra, pero quererlo infinitamente.
hay toda esta contradicción lluviosa en la que desde hace tiempo estoy sumergida.
hay... todo lo que escribo se llena de haberes

5 comentarios:

g. dijo...

Hay humedad!
Hay calor!
Hay sueño!

(Eso es ahora, acá; Lomas de Zamora, Argentina)

l dijo...

Las cosas que no se dicen, te petrifican el alma.
Y, contra eso, no hay antídoto.

Ni lluvia que lo limpie.

Jorgelina Mandarina dijo...

Sólo voy a decir que coincido con Lauri. Aunque te conozca tanto y sepa que a veces... a veces no se puede.


que te voy a andar diciendo por aca todo lo que te quiero.


agosto, octubre... Algo mas?

l dijo...

Entonces...
Si no se puede, ¿vale realmente la pena seguir sumergida en esa lluvia, sin salir corriendo a buscar un techo, un paraguas, o mínimamemente, un diario que nos proteja del agua?

Sigo pensando, al menos a mí me da resultado, que uno se sigue mojando hasta que tiene ganas de estar seco.

yo mismo dijo...

yo también coincido con lauri... sobre todo en esa última parte... en determinadas ocasiones habría (ya que estamos con haberes) que decir basta y ponernos a cubierto.

sea como fuere... el ánimo es lo único que no ha de faltar :) un besito.