viernes, 23 de mayo de 2008

.atardecer

Atardecer
apoderarse del clásico suspiro
y envejecer con fuerza
con ganas intocables
y prácticas tangibles
eso siempre.
Atardecer como pisando huevos
con los tacos recién estrenados
la frente en alto pero
la autoestima en la cuerda
floja.
Atardecer sin mirar hacia abajo
solo con los pies desnudos y apolillados
tocando el césped
la ambigüedad de cruzarse
con extraños
que son amigos de toda la vida.
Y difícilmente poder enderezarnos del suelo
para vernos el pantalón manchado de verde
menos
que menos
para saludar al recién llegado.

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