martes, 28 de octubre de 2008

ºparadojas

hoy la lluvia y el viento arreciaban sobre la ciudad como hacía tiempo. hace frío y los abrigos empiezan a verse en la facultad. ¿sabes? hoy he correteado entre pasillos y gentes para no perderme ninguna de mis ocho horas de clase de cada martes y jueves. pero como no, mis despistes han vuelto y he olvidado mi carpeta en algún rincón del campus. mañana iré a buscarla.

ahora ya no llueve. me gustan aunque a la vez me horrorizan estas trampas que te pone el mundo o esos gases aéreos que te hacen la vida imposible cuando danzas por las calles y descansan cuando vuelves a casa y pretendes pasar una tarde apacible mirando el paisaje grisáceo al otro lado del cristal. me gustan porque siento que el mundo es paradójico y veo hecha realidad cada una de las sabias reflexiones de la ley de murphy. me horrorizan porque odio andar sin poder con las alforjas llenas de apuntes, waterproofs, chaquetas, mochilas y otros enseres.

ahora ya no llueve y parece que la historia no tiene sentido. y sin embargo... hoy he vuelto a verlos bajo el mismo paraguas. como casi siempre, él se mojaba y ella sonreía. a ella sí le gusta la lluvia. mañana volverán a mojarse las calles, seguro que vuelvo a verlos.

4 comentarios:

Jorgelina Mandarina dijo...

La lluvia siempre cesa cuando uno tiene resguardo...
Espero encuentres tu carpeta mañana, un abrazo amigo.

Jorgelina Mandarina dijo...

Sabía que escribirias hoy. Mi hermana me conto de su lluvia en Castellón, y no se porque supuse que llegaría a Madrid.

:)

Eclipse dijo...

de paradojas está hecha la vida... poco a poco, entre ellas, va logrando el equilibrio el mundo.
tranquilo, la calma ayudará a que la encuentres y si no, quién sabe, quizás la vida te dé a cambio alguna historia.
nunca creí que fuera a decir esto, pero... me alegra que haya llovido en madrid!

Anónimo dijo...

Pues yo también me alegro de que llueva en Madrid si eso significa un nuevo post de yomismo en este lugar de las palabras resguardadas.

Dicen en mi pueblo que la lluvia siempre da más que quita.Es verdad que cuando llueve todo se complica,pero el agua moja los campos y limpia el aire.Me encanta el sonido de la lluvia cayendo suave,sin brusquedades, mientras yo estoy en casa,protegida tras los cristales.

Un beso,